Tesis "Emma Zunz", Hechos irremediables

 

“Emma Zunz” es la historia de una mujer y su cuerpo; ella mata para vengarse de lo que ella misma se ha hecho. Emma se convierte en la causante de sus actos, y como consecuencia, se vuelve una asesina: “No podía no matarlo, después de esa minuciosa deshonra.”[1]. “He vengado a mi padre, y no me podrán castigar…”[2]; y lo ha hecho con una coartada perfecta.

La historia comienza en el instante en el que Emma recibe una carta proveniente del Brasil con la noticia de la muerte de su padre que vivía refugiado en aquel lugar:

“El catorce de enero de 1922 Emma Zunz al volver de la fábrica de tejidos Tarbuch y Loewental halló en el fondo del zaguán una carta fechada en el Brasil, por la que supo que su padre había muerto (…). Su primera impresión fue de malestar en el vientre y en las rodillas, luego de ciega culpa, de irrealidad, de frio, de temor quiso ya estar en el día siguiente. Acto continuo comprendió que esa voluntad era inútil porque la muerte de su padre era lo único que había sucedido en el mundo y seguiría sucediendo sin fin”.[3]

En un principio, Emma Zunz se muestra como una joven inocente de diecinueve años, que le tenía miedo a los hombres, contraria de toda violencia; judía, tal y como lo indica su apellido,  y una obrera trabajadora de la fábrica de tejidos Tarbuch y Loewenthal, de la que su padre era gerente. Durante el transcurso del cuento pareciera que Emma cobra sentido con la muerte de su padre y que precisó de su muerte para restablecer su honor mediante la realización de una venganza extraña, pero que logra poner en acción a este personaje. Luego, en Emma podemos ver una mujer solitaria, incluso de su cuerpo, una faceta fría y calculadora en la que convierte una mentira en una verdad y se vuelve víctima y victimaria al mismo tiempo por voluntad propia; ultrajada y asesina a la vez.

No es la muerte del padre lo que funciona como un impulso para Emma, sino la noticia que ella lee, en la que interpretó el suicidio de su padre. Su móvil, que de su significado proviene la palabra; lo que la mueve a hacer algo hacia la muerte de Aarón Loewenthal es cambiante. Sin embargo, Emma se propone desde un principio vengar a su padre, desde la lectura de aquella carta que narra la muerte de Emmanuel Zunz su objetivo se ha mantenido fijo. Ella es en verdad quien decide interpretar la muerte de su padre como un suicidio. Emma optó por leer la carta enviada por Feino Fein[4] como una noticia que redacta el suicidio del supuesto Manuel Mier; entendiendo que su padre había muerto a causa de un “exceso” veronal. Emma lloró el supuesto accidente de suicidio de su padre; pero resulta imposible saber si se equivocaba o estaba en lo cierto, aquello la vuelve una asesina por hiperinterpretación[5] de los hechos, ya que ella sobreentiende lo que se redacta en la carta e interpreta que Aarón Loewenthal es el culpable de su muerte. Emma menciona “que su padre, la última noche, le había jurado que el ladrón era Loewenthal, antes gerente de la fábrica y ahora uno de los dueños. Emma, desde 1916, guardaba el secreto.”[6] Se puede interpretar que ella asocia la acusación que hace Emmanuel Zunz hacia Aarón Loewenthal años atrás con la muerte de su padre, debido a que él decidió huir a Brasil de la humillación que lo rodeaba en el lugar que habitaba.

Luego de leer la carta decide vengar la muerte de su padre, a través de un hecho devastador, lo que hace que su plan de asesinato se vuelva personal. Cuando Emma se entrega al marinero, un hombre extranjero que le serviría como instrumento para su venganza y dejaría Buenos Aires por la mañana, la venganza de su padre quedó manchada, ya que durante el acto sexual ella solo recordó que su padre le había hecho a su madre lo que a ella estaban haciendo y evade por el resto del relato el porqué de su venganza hacia Loewenthal, que si verdaderamente se propuso matar al supuesto causante de la muerte de su padre, debería ser ello lo único que ocupe su cabeza hasta la realización del mismo acto.

Emma creyó que podría utilizar su cuerpo como un instrumento para lograr parte de la venganza de su padre. Buscó al hombre por el que menos atraída se sentía, “quizá uno más bajo que ella  para que la pureza del horror no fuera mitigada…”[7], pero lo que no pensó fue que aquel acto sexual le recordaría la cosa horrible que Emmanuel Zunz le había hecho a su madre cuando la poseyó.

La madre de Emma Zunz es nombrada numerosas veces, pero en ninguna parte del cuento se la describe; allí hallamos otra elipsis, que nos hace preguntarnos si Emma cree que el acto sexual es condenable debido a su pureza en cuanto a su forma de pensamiento que respecta a dicho acto sexual, y se impactó frente a él, o si ella presenció una violación previa o ha habido actos de violencia entre el padre o la madre. A su vez, desconocemos cual fue la causa que le provocó el “miedo casi patológico” que los hombres le inspiraban, y si aquel se debe a lo que ella sabía y conocía de los hombres durante los encuentros sexuales y el poder que ellos muestran frente a las mujeres, durante y por fuera de las relaciones sexuales. También, debemos comprender que el cuento se sitúa en una época en la que el machismo continuaba formando parte de la vida cotidiana. En él, se nombra que las mujeres trabajadoras en la fábrica textil deciden realizar una huelga, la cual podría estar asociada al comienzo de la segunda Revolución Industrial, que se dato entre los años 1870 y 1914; y recordemos que la sucesión de los hechos del cuento, se dan, en su mayoría, en el año 1922.

Una de las tantas elipsis dentro del cuento, es ¿Por qué Emma, luego de todo lo sucedido, continúa trabajando en la fábrica? Lo que podemos comprender es que la razón de su constancia en aquel  lugar es debido a la caída económica de su familia a causa del despido de su padre, por lo que se suponía que era el desfalco cometido por él. Este hecho se volvió una humillación, ya que Emmanuel Zunz era gerente, al igual que Loewenthal, de la fábrica de tejidos.

Dentro de este cuento se hallan muchas preguntas evadidas intencionalmente. La elipsis juega con la cronología del tiempo. El cuento no contado es aún mayor que el cuento relatado, lo que lo vuelve más inquietante. Otra de las numerosas elipsis que se encuentran dentro de éste cuento es lo que ha sucedido en aquel barco que desembarcó, en Buenos Aires, la noche en la que Emma entregó su cuerpo. Numerosos autores que le precedieron al escritor de éste relato se ponen en diálogo constante con las producciones de Jorge Luis Borges. El cuento “Erik Grieg”[8] de Martín Kohan” se pone en diálogo con “Emma Zunz” de Borges de manera estrecha, el cual en pocas palabras, cuenta el encuentro y desencuentro de Emma y el marinero desde otra perspectiva. Lo que es más, podemos ver una contradicción entre ambos cuentos, ya que el marinero menciona que él ha elegido a la joven; mientras que en Emma sostiene que ella lo ha elegido a él. Por lo tanto, podemos concluir que se eligieron mutuamente, y ese claro goce del que habla el marinero, fue mutuo.

Emma se acuesta por primera vez con un hombre, supuestamente elegido al azar y, al mismo tiempo, cuidadosamente; un extranjero, alguien que está de paso y que abandonará de inmediato Buenos Aires, quien podríamos interpretar que es Erik Grieg[9]. Con ese acto Emma convierte a su cuerpo en prueba del móvil y lo que hará a continuación del acto cometerá esa misma tarde matando a Loewenthal. La coartada que Emma presentará será una violación, que cambiará irónicamente la razón principal de su venganza inicial. Aarón Loewenthal, un hombre frío, no demostrativo, avaro, recluido, que le tenía miedo a los ladrones; razón por la cual guardaba un revólver en el cajón de su escritorio, y que “nadie lo ignoraba”, no podría suponerse abusando de Emma, si no fuera por la coartada que ella se encargó de confeccionar previamente.

Una de las tantas preguntas dentro de este cuento es ¿De quién se venga entonces Emma Zunz?, ¿De su padre, de Loewenthal, del marinero, de su triste vida? Ella busca esta excusa y decide vengarse entregándose previamente, pero resulta más fuerte la venganza de su acto sexual que vengar a su padre. Finalmente, la muerte de Aarón Loewethal se convierte en un solo acto, que condensa tres venganzas. El asesinado de su gerente cobra varias cuentas atrasadas: la de la madre de Emma, a quien su padre le “había hecho la cosa horrible que a ella ahora le hacían”[10]; la huida y desgracia causadas por la supuesta culpa de Loewenthal en el suicidio de su padre, Emmanuel Zunz; y padecer aquella cosa horrible.

“…con esos tres disparos es como si hubiera matado, con uno a Loewenthal, con otro al marinero, y con el otro a su padre…”[11]

A Borges se lo conoce como un hombre sentimental que se confiesa a través de sus relatos mediante la utilización de símbolos. Él ha creado a un personaje siniestro y adorable a la vez, Emma Zunz; quien posee numerosas identidades que hacen al cuento (mujer- hija del padre- hija de la madre- obrera- asesina). Quizás el personaje de Emma es una lectura de lo que entiende Borges de lo femenino. Nos muestra a una joven capaz de entregarse por vengar a alguien que ya murió. En verdad, Borges ha escrito un cuento policial, enigmático acerca de sexo y violencia.

A mi entender es crucial que el cuento “Emma Zunz” sea enigmático, para que los lectores logren buscar dentro de sus bibliotecas aquellos relatos con los que se pone en diálogo y que nos quiere decir con cada dato minucioso que se encuentra dentro del mismo; como por ejemplo, dentro del cuento observamos que Emma, su padre y el ahora gerente de la fábrica textil tienen apellidos judíos. Por lo tanto, hace que sus personajes sean de religión judía para utilizar el concepto de la cábala, una ciencia oculta y secreta del judaísmo que busca comprender su texto sagrado, el cual ha de ser interpretado. La cábala es la búsqueda de un camino a los interrogantes del pueblo y la verdad secreta para conocer el camino de la verdad; con el objetivo de poder recibir los conocimientos del Hacedor, Dios.

La fecha en la que fue enviada la carta que anunció la muerte de Emmanuel Zunz, fue el 14 de enero de 1922. Entiendo que no es casualidad que Borges utilice el número catorce nuevamente dentro de uno de sus relatos como símbolo de infinitud, al igual que el concepto de laberinto. En cuanto a los laberintos, estos significan que debemos caminar a su centro, es decir, hacia nuestro objetivo, para encontrar la verdad de nuestra vida. El laberinto es un símbolo, una construcción sin finalidad, sus características hacen que el mismo sea infinito. Es un lugar sin puertas con cerradura, el cual está repleto de habitaciones idénticas, puedes saber como entrar a él, pero salir de allí es un completo enigma; de allí su concepto de infinitud, porque, a pesar, de que lo intentes, caminarás en círculos dentro de él sin siquiera haberlo notado.

Borges no utiliza un tiempo bidimensional, sino tridimensional; mediante sus relatos incentiva sus lectores a especular constantemente, a dar vueltas en círculos dentro de un mismo concepto, utilizando una línea de tiempo distinta a la nuestra. Funciona como un rompecabezas, debes unir cada pieza para comprender lo que el cuento te está contando verdaderamente. También, en este relato encontramos la cuestión del doble, en el que todos están relación en forma de espejo. Toda literatura borgeana está en intertexto con un texto que le precede.

Borges utiliza todos estos conceptos y más, dentro de este cuento. El enigma y la elipsis caracterizan a los relatos borgeanos; en su mayoría presentan un duelo, hechos y referencias de la historia, límites entre la realidad y ficción, recuerdos de su propia vida, y todo en su conjunto representan al orden y el caos a su vez. Jorge Luis Borges fue un poeta, ensayista y escritor argentino y una de las máximas figuras de la literatura mundial que nos dejó que “…quien lee constantemente está viviendo en un infinito cielo de sublime riqueza…”[12]

 



[1]BORGES LUIS JORGE “Emma Zunz” (link), unam,mx . Recuperado de: ingeniería.unam.mx (https://www.ingenieria.unam.mx/dcsyhfi/material_didactico/Literatura_Hispanoamericana_Contemporanea/Autores_B/BORGES/Zunz.pdf).

[2] Op. cit, p.4.

[3] Op. cit, p.1.

[4] BORGES LUIS JORGE, afirma: “Un Compañero de pensión de su padre firmaba la noticia, un tal Feino Fein de Río Grande”. Véase en BORGES LUIS JORGE “Emma Zunz” (link), unam,mx . Recuperado de: ingeniería.unam.mx (https://www.ingenieria.unam.mx/dcsyhfi/material_didactico/Literatura_Hispanoamericana_Contemporanea/Autores_B/BORGES/Zunz.pdf).

[5] Véase en “Hiperinterpretación” de BEATRIZ SARLO.

[6] BORGES LUIS JORGE “Emma Zunz” (link), unam,mx . Recuperado de: ingeniería.unam.mx (https://www.ingenieria.unam.mx/dcsyhfi/material_didactico/Literatura_Hispanoamericana_Contemporanea/Autores_B/BORGES/Zunz.pdf).

[7] Op. cit, p. 2.

[8] KOHAN MARTÍN “Erik Grieg” (link), SCRIBD. Recuperado de: es.scribd.com  (https://www.elespanol.com/como/normas-apa-citar-pagina-web/402710424_0.amp.html).

[9] Op. cit, p.p 14. Erik Grieg es un marinero extranjero, quien queda deslumbrado por la jovencita que lo enamoró con un húmedo e inesperado beso en la boca que le dio la noche que su barco zarpo en Buenos Aires. Es tal la fascinación del marinero por la joven que Grieg decide abandonar su barco y su antigua vida para salir en búsqueda de esa mujer por las orillas de la ciudad..

[10] BORGES LUIS JORGE “Emma Zunz” (link), unam,mx . Recuperado de: ingeniería.unam.mx (https://www.ingenieria.unam.mx/dcsyhfi/material_didactico/Literatura_Hispanoamericana_Contemporanea/Autores_B/BORGES/Zunz.pdf).

[11] Véase en “Nacidos por escrito: Emma Zunz (capítulo completo)”.

[12] WINKLER PAULA (30 de Enero de 2018), Jorge Luis Borges y su brillante luz de esperanza.

(link), escritores.org. Recuperado de: escritores.org (https://www.escritores.org/recursos-para-escritores/recursos-1/colaboraciones/22675-paula-winkler-elsa-drucaroff-tiene-una-lucidez-exquisita).

 

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